Quien ha pasado por un duelo? Quien ha sufrido la pérdida
física de un ser querido? Tal vez muchos, tal vez algunos, lo cierto es que la
sensación que deja la pérdida de un ser tan grande como la madre se convierte
en un hueco sin fondo, no lo aceptamos,
no nos resignamos, en el momento todo se vuelve gris, todo se torna en un
silencio, ya nada hace ruido, ya nada tiene color, las noches son largas, los
días aun más largos, quedas en un limbo emocional, en un limbo existencial,
sientes que ya no perteneces a tu entorno, será que eso le pasa a todos? O solo
me paso a mi? Como lo afrontaron los demás? Como salieron de ese callejón sin
salida? Como superaron la perdida? La superarían o aun no? Suspiro y mi alma
llora, no tan intensamente como ese día negro donde un mensaje de mi hermana
menor Estefanía a las 06:00 am de un día sábado 30 de mayo del 2009 que lo
tengo a full color en mi mente como si fuese hace un minuto… “Mama se durmió
para siempre, por favor vengan” mi corazón estallo en la desesperación, a quien
echarle la culpa de esa muerte? Quien fue el culpable, quien fue la culpable?
Porque no estuve allí para evitarlo? Porque las personas que cuidaron esa noche
no permanecieron despiertas vigilando cada segundo el sueño de mi madre
moribunda? Que ilógico verdad? Mi hermana tenía 15 días en el hospital casi sin
dormir y yo aun me hacia esa pregunta? Ella nunca lo supo… solo lo supe yo en
mi monologo interno que se devanaba los sesos buscando a quien culpar, buscando
en quien vaciar la ira que me produjo esa muerte, no fue dolor lo que sentí,
fue rabia, fue miedo, fue desesperación, eso fue lo que sentí, porque no la
obligamos a extirparse un seno, porque no la obligamos a someterse a las
terribles quimioterapias, porque no la obligamos a que perdiera el cabello,
porque? Que absurdo verdad? Porque no la sometimos a todo ese sufrimiento para
no quedarnos solas, porque no pensamos solo en nosotras y no en ella? Miles de
interrogantes, miles de reproches…. Somos tan egoístas que somos capaces de
obligar a un ser a sufrir de mas para satisfacer nuestras ansias de compañía?
Aunque no lo hicimos lo pensamos…. Tenía que pasar, ella tenía que enfermar,
ella tenía que morir y nosotras no teníamos que hacer nada, se supone que todo
lo que ocurre es perfecto no? Como puede ser perfecta semejante perdida? Como
dejarla ir en paz, así dicen todos… déjala ir en paz, ella está feliz, y yo? Yo
estoy feliz? Y tú? Tu estas feliz? Como responder a todas estas dudas? A quien
le pregunto? A medida que ha ido pasando el tiempo he ido entendiendo que un
cuerpo que se enferma de cáncer es simplemente el producto de un espíritu que
se canso de vivir en este plano terrenal y quiso evolucionar, eso me lo dice mi
lado espiritual, mi lado físico aun llora su partida, es absolutamente normal
llorar, nuestro lado material nos lleva a eso, es absolutamente normal vivir un
duelo, y debemos aprender a vivir con eso, y a la final qué? Cuál es la
moraleja? Cuál es la enseñanza? Porque debemos sufrir estas pérdidas tan
descomunales? Que es lo que tenemos que experimentar? Resignación? Dolor? Ira?
Desesperanza? Si vine a esta tierra a experimentar eso entonces debo agradecer
la enseñanza como también debo agradecer los 28 años de compañía, las noches y
días enteros que me dedico, el dolor que la hice sufrir cuando me pario, cuando
me amamanto, cuando me enferme, agradecer a que hiciera de mi la mujer que soy
hoy, a agradecer que hoy en día comprendo todo ese amor que me dio, agradecer
por experimentar el amor más puro e inocente al nacer, la experiencia más
positiva de la vida ser hija y ser amada como tal, recordar cada una de esas
cosas me hace sentir bien, me hace sentir diferente, pero hablar de ella de
forma positiva definitivamente me hace sentir aun mejor, recordar los días de
trabajo incansable para poder hacer de nosotras (3 hijas) las mujeres que somos,
todo lo que nos enseño, el ejemplo que nos dio, toda la vida trabajando y
estudiando a la vez, siempre preocupada por enseñarnos a ganar dinero,
enseñanza súper importante que definitivamente las tres hemos puesto en práctica…
No puedo negar que en algunas noches lloro su partida, extraño su compañía,
pero el remedio absoluto es volver a recordar lo grande que fue y el pesar se atenúa…..
Esa ha sido una pequeñísima parte de mi experiencia, pronto les seguiré
contando… Cuéntame tu experiencia y comparte conmigo cuales han sido las acciones
que has tomado para superar el duelo y cuál de ellas te ha funcionado bien, tal
vez esa misma experiencia ayude a otros a superar su propio duelo… Amor y
gratitud para todos. Paz más allá del entendimiento.